Un café marxista en Nicaragua


Nicaragua, 1989

En los 80 los sandinistas tomaron el poder y una de sus principales medidas fue nacionalizar la producción de café mediante una reforma agraria.

La oposición, apoyada por EE.UU. intentó a toda hora arruinar la cosecha. Los marxistas urbanos que encabezaban el sandinismo tampoco tenían mayor conocimiento para desarrollar la agricultura; por lo que el proyecto se hacía cuesta arriba.  La gran preocupación era defender las tierras, y no tanto producir. 

Para colmo, Reagan prohibió el café Nica. Hasta que apareció Katzeff, un ex-hippie californiano que encabezó un movimiento para evitar el café de supermercado. A través de Canadá rompió el bloqueo y consiguió comercializarlo en Estados Unidos, donando incluso ganancias a la revolución.

El café Nica no será el más sabroso, pero sí el más justo.

El Cronista Clandestino

*Café, Nicolás Artusi

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